Cambiar la mirada, para observar diferente

Cómo estás? Hoy elijo compartirte cómo cambiar la mirada en tiempos que definimos como «difíciles».

Seguimos dando vueltas en el mismo lugar sin producir resultados diferentes. Quedamos atrapados en lo que llamamos realidad y nuestras propias creencias no nos permiten avanzar .

¿Cómo se produce el aprendizaje desde la neurociencia?

Según el neurobiólogo Héctor Ruiz (2020), para aprender algo, primero nuestro cerebro lo codifica, luego lo almacena y, finalmente, lo evoca. Decimos que hemos aprendido algo sólo si somos capaces de evocarlo. Esto es recuperarlo y traerlo de nuevo a nuestra mente. Al cerebro le estimulan los cambios, lo desconocido excita las redes neuronales, por esa razón los ambientes fluidos y variados despiertan la curiosidad favoreciendo el aprendizaje. Para el desarrollo cerebral es muy importante la riqueza de estímulos y emociones positivas. Sí desde las Neurociencias nos dicen esto, ¿qué nos pasa que dejamos de aprender cuando crecemos? ¿Cómo podemos seguir avanzando para lograr resultados diferentes?

Además, ¿Qué entendemos por resiliencia? La resiliencia es el proceso de adaptarse bien a la adversidad, amenaza, o fuentes de tensión significativas, Las personas resilientes liberan sus emociones ante situaciones adversas, expresan lo que sienten y piensan, y lo hacen y lo que dicen.

Sí vemos, que el cerebro cuanto más aprende puede surfear nuevos escenarios y siendo resilientes se adapta mejora a los cambios antes situaciones adversas, te pregunto. ¿Qué está impidiendo en tu vida a seguir creciendo?

Desde el coaching Ontológico podes adquirir distinciones para facilitar tus espacios de aprendizaje, cambiando la mirada actual y trabajando en la brecha creativa, para lograr resultados distintos y poder abrazar todo tu potencial creativo, indagándote y adquiriendo autoconciencia, con el fin de lograr lo que te propones en tu vida en cualquier àmbito. Convertir creencias que te limitan en potenciadores, salir de emociones o estados de ánimo disfuncionales, aprendiendo a gestionar y diseñar tus estados emocionales, observar tu cuerpo y si la disposición corporal es acorde a la situación que estás atravesando. A veces estamos siendo incoherentes con lo que decimos y mostramos, «se dice que el cuerpo no miente». Por todo esto, somos una coherencia entre lenguaje, emoción, corporalidad y energía. Se trata de la respuesta cognitiva (pensar), la afectiva (sentir) y la conductual (hacer). Las tres son fruto de nuestro proceso perceptivo; son inseparables y fundamentales para conformar nuestra manera de ver el mundo y de actuar en él, no están disociadas. en la vida. Hay hechos, luego interpretamos lo ocurrido, posteriormente sentimos una emoción, nos pasan cosas por el cuerpo y finalmente actuamos o reaccionamos.

Todo esto nos invita a cambiar la mirada y actuar diferente, con el fin último estar en salud.

MCOP Mónica Fronti

LIC. RRLL

Instructora en Inteligencia Emocional

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