El coach sistémico permite al cliente salir de la zona de confort ya que básicamente vivimos en conversaciones para coordinar acciones dentro de la organización, además con la indagación se abren otras posibilidades que no se están viendo en el sistema, para descubrir nuevos hábitos y salir de la transparencia
“El coach sistémico permanece centrado en los procesos, en las interfaces entre las personas de un mismo sistema y las interfaces entre los sistemas. Esto permite a la organización tener un espejo en el cual puede percibir su ADN para elegir y poner en marcha nuevas opciones.” Alain Cardon
Nuestro primer Sistema es un sistema familiar: desde nuestro nacimiento, empezamos a aprender cómo funcionan los sistemas. Este conocimiento nos pasa en automático y no somos conscientes.
Este primer conocimiento es llevado por uno mismo a otros grupos durante toda nuestra vida. Instintivamente pensamos que tenemos un comportamiento adecuado en esos grupos. Lo que no advertimos que nuestros modelos mentales de nuestra `primera infancia tienen filtros que condicionan nuestra manera de lenguajear y accionar, y posiblemente no lo cuestionamos. ¿Cómo hace una organización para convertir estos modelos mentales individuales en colectivos? Observando a los colaboradores en el sistema. No siempre los demás comparten nuestras interpretaciones, que la toman como verdad, y comienza un camino de inferencias que afecta directamente a los resultados del equipo y organización.
Sería normal pensar que, como los seres humanos son seres sistémicos, todos saben cómo interactuar en ellos y esto no es así ya que el lenguaje, la cultura familiar, las experiencias de vida y su biología condicionan a la empresa, a la hora de alinear los comportamientos colectivos a la visión de dicho sistema.
El coaching sistémico entiende a la empresa como un sistema formado por elementos que interactúan entre sí y que están interconectados, de forma que cada acción o decisión que toma uno de los miembros repercute en los demás y en todo el sistema.