Recorde tambien lo que nos trajo en el prologo del libro Abel Cortese y lo quiero compartir
Las personas debemos hoy aprender a sobrevivir con éxito utilizando una fuerza interna que antes, con un estilo de vida más simple y lineal, y con las condiciones benignas del mercado, no creíamos necesario aprovechar, e incluso desconocíamos: nuestras emociones.
Recorriendo las páginas de este interesante libro de Guillermo y Mónica (mis compañeros de viaje en la aventura del aprendizaje de la Inteligencia Emocional) se me ocurrió una analogía con un organismo muy curioso del mundo vegetal.
Existe una extraña planta, llamada saxífraga, que crece en lugares inhóspitos y desérticos, y tiene un tallo muy ramificado y velludo, con grandes flores de pétalos blancos.
Su nombre proviene del latín: de los términos SAXUM, piedra, y FRANGERE, romper.
Se caracteriza, principalmente, por crecer sobre las rocas, CREANDO SU PROPIO SUELO.
La saxífraga posee una determinada substancia química en sus raíces, que le permite elaborar su propio suelo, resquebrajando la piedra y desintegrando la roca sobre la cual vive.
El ejemplo de este interesante vegetal sugiere el secreto mediante el cual muchas personas y empresas -si no la mayoría- han llegado al mejor de los éxitos: creando, de su propia substancia (deseos, pensamientos, emociones, visiones, entusiasmo, iniciativa, persistencia, etc.), los elementos que les valieron el crecimiento y la perdurabilidad.
Si una persona o empresa no encuentra preparado el mejor terreno bajo sus pies -lo cual es un hecho muy frecuente-, de su propias fuerzas internas (en el caso de las empresas, de su gente), deberá sacar las energías necesarias que alimenten la fuerza competitiva, el valor, la fe, la iniciativa y el deseo de crecimiento.
Como la saxífraga, es posible crecer y prosperar en las condiciones más adversas imaginables, de hecho, incluso en condiciones que parecen imposibles para la vida, como lo demuestra la Naturaleza.
Hoy, personas y empresas deben sacar de sí mismas toda la fuerza posible, utilizando nuevas perspectivas y nuevas herramientas que potencien su papel en el mercado.
Una de las nuevas perspectivas es la Inteligencia Emocional, papel clave del que sobra casuística mundial, y que además podemos verificar mirando hacia nuestro interior con un poco de atención.
Me congratulo de este libro, tan bien pensado, porque es una verdadera ‘caja de herramientas’ para comenzar a trabajar de lleno con las herramientas que provee el Coaching Emocional.
Si lo disfruta leyendo y aplica lo aprendido, su vida mejorará.
Hay una frase que se le atribuye a diferentes autores, así que es mejor dejarla anónima: “toda la humanidad esta dividida en tres clases: aquellos que no se pueden mover, aquellos que se pueden mover, y aquellos que se mueven”.
Mónica Fronti autora